Biografia

sábado, 23 de octubre de 2010

Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles

El primer paso del camino y como no, uno de los mas duros. si alguien quiere vivir el Camino en toda su plenitud, tiene que saber que el comienzo desde esta localidad francesa es muy complicado. Todo aquel que comienza el recorrido de este camino de sueño, camino de transición, camino de espiritualidad, debe saber que cualquier travesía es difícil en sus comienzos, en este caso el comienzo desde la localidad francesa, te introduce de lleno en una aventura que nunca mas podrás olvidar.
En nuestro caso comenzaba un poco tarde en relación al planning que teníamos establecido. Nada mas llegar comenzamos a montar las bicis, momento en el que se ultiman los detalles, pequeños olvidos que en ese momento se hacen importantes para ponernos en camino, pero al final gracias a la profesionalidad de unos y el buen hacer de otros, se resuelven sin gran dificultad.




Tras buscar por todos los lados donde sellar la credencial, gracias a la amabilidad francesa ( según ella tenia que irse a comer y no podía perder tiempo con nosotros ), pudimos sellar nuestras credenciales que nos convertían por derecho propio en peregrinos. Momentos después, comenzaba la andadura de esos cuatro locos y este que os escribe, la siguiente parada seria Roncesvalles, eso si, tras una pequeña pero dura subida.

Como contra partida a ese duro comienzo, realizaríamos nuestra primera parada en Roncesvalles pese a que en un principio la idea era dormir en Pamplona. Destacar los frondosos bosques que nos rinden pleitesía mientras, cual caballeros del Rey Arturo en busca de su Grial, abanzamos hacia nuestro destino imparables. La subida transcurre entre los chistes de Eduardo, el ritmo frenético de Teddy y las expresiones de asombro por parte nuestra a cada paso dado y cada sendero descubierto.

Como todo esfuerzo tiene su recompensa, tras una subida fantástica, descubrimos la colegiata de Roncesvalles, mientras de fondo se oyen los estruendos disparos de los cazadores que disfrutan de la pasa de palomas por este territorio.


Tras la llegada a la colegiata, sellamos las acreditaciones y nos dirigimos al albergue de peregrinos donde tras dejar nuestros bártulos, nos duchamos y nos dirigimos hacia Pamplona, esta vez si en coche, para disfrutar de la famosa calle Estafeta, donde degustamos sus no menos afamados pintxos. Vuelta a Roncesvalles y a dormirá para cubrir mañana la etapa de Roncesvalles a Estella.

Bueno me voy a dormir, que estos ya roncan y están apagando las luces del albergue.


Saludos desde el camino que me lleva a ese campo de estrellas.


PD - Para navegantes, gracias por permitirme compartir este barco con vosotros. Diego, Edu, Jose, Richard.

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