Biografia

viernes, 24 de diciembre de 2010

Felicitación de Navidad.


Desde este pequeño rincón del espacio, os envio el mayor de los deseos a todos los seguidores de este humilde Blog.
Empezando por ti mi niña, no sabes como te echo de menos en este momento.
Feliz Navidad y prospero 2011
Bo Nadal e Feliz 2011.
Bon Nadal i pròsper 2011
Joyeux Noël et Bonne 2011.
Счастливого Рождества и 2011.
Buon Natale e Felice 2011.
Geseënde Kersfees en voorspoedige 2011.
חג מולד שמח ו Happy 2011.
عيد ميلاد سعيد وسعيد 2011

martes, 14 de diciembre de 2010

Nuevo Camino


Buenos días queridos amigos, no penséis que os tengo olvidados, en estos momentos estoy con el desarrollo y puesta en marcha de otra nueva aventura relacionada con el Camino.

Este verano realizaremos una nueva aventura, pero esta vez aun mas complicada que la anterior. No quiero que os preocupeis, ya que poco a poco, os iré poniendo al día de esta aventura. En esta ocasión volveremos a contar entre los aventureros con el loco de Teddy, aunque esta vez en vez de unirse un grupo de Mallorquines, contaremos con casi un centenar de amigos Portugueses que quieren descubrir el encanto del Camino.

Bueno espero poder adelantaros los detalles esta semana. Mientras tanto, no os olvidéis de visitar de vez en cuando el Blog y la pagina de mi buen amigo Teddy, http://www.enflecha2.com/

lunes, 22 de noviembre de 2010

Taberna de Gaia - Carta de Laura.

Hoy me desperte y como todas las mañanas, visite mi blog para analizar las visitas y acto seguido pase por www.enflecha2.com donde Diego nos regalaba uno de sus articulos. Trataba sobre la carta de Laura, hija de los propietarios de La taberna de Gaia, en Foncebadon, cerca de la Cruz de Ferro. Esa carta es preciosa, no solo por lo contenido en ella, sin por lo que para nosotros significa. Después de este Camino, los amigos siguen creciendo. Os recuerdo, que si algún dia teneis la oportunidad, visiteis la Taberna de Gaia, http://www.latabernadegaia.com/esp/ donde podreis disfrutar de una compañia sin igual y una cocina de ensueño.
Era un viernes relativamente tranquilo. No se respiraba mucho ambiente y mis padres, dueños de la Taberna de Gaia y yo, decidimos que sería un buen día para cerrar antes el local e irnos a casa, sin mucha facturación en el bolsillo pero con la calma de tener un día de descanso a mayores. Enrique Notario se situaba en la mesa cuatro, empezando a comer y leyendo su periódico muy atento. Yo acababa de comer y no me había percatado de la supuesta cena de veinte peregrinos hambrientos y con ganas de reponer sus fuerzas con una buena comida medieval. Arrastrando los pies por el suelo de la cocina, temiendo que una vez más la taberna se encontrara vacía y mi aburrimiento se hiciera eterno, asomé la cabeza por la puerta de la cocina para verificar que, efectivamente, no había nadie a parte de un grupito en la mesa seis. Pero para mi asombro, me encontré con tres hombres. Dos estaban bajando las escaleras. El tercero afirmaba con la cabeza mientras miraba fijamente a mi padre. Acto seguido fui a su lado para preguntar qué era lo que pasaba. Mientras mi padre intentaba darle un tono despreocupante a la noticia de “nada mujer, que vienen 21 personas a cenar ahora, en cinco minutos”, instintivamente giré la cabeza hacia la izquierda. En cuestión de minutos la taberna fue llenándose de hombrecillos con chalecos rojos, hablando entre ellos y formando un mini escándalo en éste nuestro lugar. Mi primer pensamiento fue “qué desastre… la que me espera. Yo sola en el comedor, mi compañera tan a gusto en su casa y mi padre comiendo”. Pero tras varias bromas y comentarios de enflecha2, me atreví a pensar que no sería tan difícil. Debido a que el otro comedor se encontraba sin calefacción, mi padre decidió que yo, así de golpe, os distribuyera por varias mesas de la Taberna. Lógicamente empecé llenando la más grande: La mesa tres. Tenía el pulso como para robar panderetas, los ojos se me salían de las órbitas y el corazón palpitaba casi tan rápido como vosotros pedaleáis en vuestras bicicletas. No sabía cómo colocaros, era obvio que querríais estar juntos para que vuestra cena se hiciera mucho más amena. Pero cuando quise darme cuenta, tenía a la gran mayoría sentados por grupos. Unos en la mesa cinco (supongo que por el agradable calor que desprendía la estufa colocada justo al lado de esa mesa), otros en la mesa dos, y finalmente la mayoría en la mesa tres. Sin quererlo me hicisteis el trabajo más sencillo. Gracias a eso conseguí relajarme y me dispuse a colocaros los manteles y serviros las bebidas que quisierais. Mientras lo hacía, varias veces me disculpé en nombre de la Taberna de Gaia por no poder poneros a todos juntos. Mi sorpresa fue la respuesta que recibí “Tú tranquila, es normal, somos muchos y así de golpe. Si hace falta hasta te ayudamos eh, tú lo que necesites”. Ahí si que si, pensé que sería hasta divertido. Mi sospecha de que no sería tan difícil se confirmó. Coser y cantar. Al rato mi padre ya os había tomado nota y los dos nos dispusimos a serviros todos los platos, mientras en mis idas y venidas con platos para aquí y para allá, charlabais conmigo preguntándome mi nombre y haciendo bromas. A mi parecer, quedasteis contentos, vuestros comentarios eran agradables y éso hizo que el ambiente no fuera atareado. Pasamos a los postres. Poco a poco se acercaba la despedida. Es curioso… Con qué rapidez se puede coger cariño a una persona. Y más curioso lo es si en vez de una persona son 21.
Bien, al terminar los postres y recibir comentarios en forma de halagos, pedisteis la cuenta y varios compraron colgantes y demás artículos que tenemos expuestos en la barra.
Ahora si. Tocaba despedirse. Pero antes nos hicimos unas fotos con vosotros mientras reíamos amigablemente con varios comentarios graciosos.
A una de las personas que le vendí un colgante del horóscopo lunar celta, cuando iba a marchar junto a todos los demás, dijo casi a gritos “¡Laura, toma la dirección, veréis las fotos allí!” No se por qué ya no me resultaba raro que me llamarais por mi nombre. Por un momento además de camarera era persona. Acto seguido contesté con un efusivo ¡Ay, si!, y apunté la dirección.
Y bien, ahí llegó el final de la mini aventura que ambos, en distinta medida, pudimos vivir.
El motivo de mi email es simplemente hacer ver que si vosotros marchasteis satisfechos, nosotros igual o incluso más. Y ésa, amigos, es la esencia del camino.
Un saludo y fuerte abrazo de la camarera de La Taberna de Gaia.
Y por supuesto, ¡Buen camino!

viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Final del Camino? - O Comienzo de muchos otros más.


Lo lógico en estos casos es analizar lo recorrido, en mi caso lo único que querría ahora mismo es comenzar de nuevo, volver a vivir otra vez de nuevo todo o vivido. Este camino al margen de la convivencia, del grupo o de mil historias más, ha significado mucho más.
Reconozco que cuando comencé este viaje, solo pensaba en desconectar, en dejas atrás problemas y malos tragos, por un momento, desconectar y aislarme de todo. Lo bueno de todo esto es que no solo he podido desconectar, sino que he tenido la oportunidad de de conocer el Camino, la vida y la forma de verlo, de muchísima gente, gente que con el tiempo se ha convertido en parte importante de esta aventura.
Pero cuando digo que he conocido gente en esta aventura, no me refiero en exclusiva a gente que realizaba el camino, me refiero a toda esa gente que hemos ido descubriendo por el camino, incluso gente que tenemos en nuestras vidas y que gracias a un peregrinaje como este, comenzamos a valorar más aun si cabe.
Gracias a este Camino y al tiempo invertido en el, he tenido tiempo de volver a recuperar recuerdos casi olvidados en mi memoria, momentos que me han hecho valorar realmente, donde están los amigos, la gente que de verdad te importa y a la cual tu realmente le importas. Os pido disculpas, si lo que esperabais encontrar aquí era un resumen de esta aventura. Hoy me siento con ganas de afrontar viejas deudas pendientes, ha llegado el momento de acordarse de la gente que ha significado algo en tu vida. Creo que este camino me ha abierto un nuevo horizonte y gracias a ello creo que hoy comenzara a caminar una nueva persona.
Durante este camino recordé muchísimas veces a una misma persona, a mi abuelo Francisco, para mí, la persona más grande de mi vida, junto con mis padres. El fue el encargado de desarrollar mi imaginación, aun recuerdo sus batallas contra piratas, en las que el siempre salía vencedor o como vencía a gigantes para salvar a sus compañeros, historias de la infancia que me marcaron para toda la vida. Después vendrían historias de verdad, crudas pero reales, donde me inculcaba el respeto por los demás y donde me descubrió los horrores de una guerra entre hermanos (algo que debemos intentar no repetir nunca más, decía el). Ese abuelo que suplió a mi padre en los momentos en que este ultimo navegaba por medio mundo.
La siguiente persona en quien he pensado durante este viaje es en el, en mi gran capitán, en mi padre, orgullo de una familia, de una raza, es mi gran capitán, mi viejo lobo de mar. Lo que más he lamentado durante toda mi vida, es no haber podido compartir más tiempo a su lado, parece mentira, que tengas que estar lejos de una persona para darte cuenta de cuánto dependes de ella, de cuanto la quieres y sobre todo de cuanto la respetas.
Como no, la otra persona de quien no podía olvidarme es de la mujer que me dio la vida (mi madre), de la más bella, la más cariñosa, de la única mujer a la que nunca dejare de querer nunca. Digo esto porque mujeres en la vida de un hombre, discurren muchas, desde la primera novia a la cual crees no poder olvidar nunca más, mas tarde llegara la que será la mujer con la que compartas tu vida. Todo ese cariño existe y es enorme pero queda relegado a un segundo plano, cuando nace tu primer hijo o hija, en ese momento todo queda en un segundo plano, a excepción de tu madre, la primera persona que ves nada más abrir os ojos, la primera persona que te da calor y amor de verdad, por eso no podía olvidarme de ella.
Más tarde, y paso a paso, vas conociendo gente en el camino que te recuerdan a seres queridos o apreciados que tal vez tenias medio olvidado. Este viaje, te permite compartir una chimenea, una taza de café, momentos que dan pie a conversaciones que se alargan durante toda una noche y te permiten hablar de tu gente, de tu vida de tus anécdotas, las cuales, como he dicho, te hacen recordar a gente que casi tenias olvidada.
Este camino me ha hecho pensar en que los amigos de verdad se encuentran en t vida desde siempre, esos que siempre están ahí y como yo digo, esos que sobre todo están ahí, cuando las cosas van mal. Por eso tenía ganas de agradeceros a vosotros todo lo que me ofrecéis día a día, paso a paso. Hablo de vosotros, todos los del barrio, todos esos locos que creasteis ese grupo de Aqueles Maravillosos anos da Torre, también vosotros, los amigos de verdad del equipo de rugby Os Ingleses ( por algunos de vosotros volvería a dejarme romper costillas y huesos), pero también en este camino, habéis tenido espacio los nuevos amigos, algunos de los cuales ya son indispensables para mi, Javito, de quien me acorde durante todo el viaje ( ojala estuvieses aquí para hacer el camino conmigo), David ( el propietario de nuestro pequeño reducto Galo “ O Rincón de Berdón” mi cuñado ficticio, jejeje) cada vez que paraba en un bar a tomar algo me acordaba de ti y de todos los del bar.
Este viaje me ha dado tiempo como digo a recordar a viejos amigos, muchos que ya no están, como Remo, como Luis (Chulin), de Juanjo (el de ermitas), de Fernando (mi compañero de remo), de mi primo Emilio, de Tucho, de Lolita, de tantos y tantos que ya no estáis pero que fuisteis piezas fundamentales de la vida de este pequeño ser.
Pero no os preocupéis porque este es el primero de muchos viajes, así que tendré tiempo de pensar y de hablar de todos los demás. Muchos quedáis en el tintero, porque si no tendría que estar escribiendo durante meses para recordar a amigos y enemigos, je je je.
Pero no podría dejar este artículo sin acordarme de los nuevos amigos, esos amigos que ha traído a mi vida mi hermano Diego. De esos locos que han compartido viaje y aventura, José, Richard, Edu, sois grandes, gracias una y mil veces por todo lo que habéis aportado a este viaje y a mi vida en tan solo unos días (que para mi serán de los mejores de mi existencia. Gracias por meterme ese gusanillo de nuevo, por la aventura. Por culpa vuestra, esto no acaba aquí, sino que comienza, este es el primero de mis futuros viajes, cada año intentare realizar uno o una parte de los muchos Caminos de Santiago, pero no solo quedará ahí, sino que inventaremos o crearemos nuevas rutas , no todas relacionadas con el camino. Pero es que como dijo una vez un gran sabio, el Camino, no siempre estuvo ahí, alguien fue el primero, pues ahí voy yo, ¡Por qué no crear nuevas rutas, nuevos senderos!
Bueno amigos aquí termina este pequeño homenaje a todos los que habéis estado, estáis y estaréis ahí.
¡Hasta la próxima!
¡Qué pensabas!, ¿que no me iba a acordar de ti?, je je je. Como me podía olvidarme de ti, de mi alma gemela, de esa luz que guía mis pasos, sin ti no sería nada. Gracias por la paciencia que estas teniendo, el destino quiso que nos encontráramos y mira tú por dónde, a echo que estemos juntos.
Gracias por tus palabras de ánimo, gracias por cuidarme aunque a veces sea en la lejanía, gracias por regalarme tú último beso cada noche. Mi niña eres lo mejor que me ha pasado en la vida y eso no se puede olvidar. Aunque estuviese a mil kilómetros de Ti, no podría dejar de pensar en ti. Este Camino también es tuyo, en gran medida, porque gracias a él he podido comprender lo fundamental que eres en mi vida. Aunque existan problemas, momentos difíciles, momentos malos, piensa que tras la tempestad viene la calma y en la calma siempre estas tu. Como diría mi viejo lobo de mar “tu suegro”, eres la luz de guía de ese faro que indica donde está el puerto donde resguardarse.
Solo te pido paciencia, con este pobre loco, que desde el día que vio tu sonrisa, no ha podido olvidarla.
Gracias “niña de los ojos tristes”, conseguiré que algún día vuelvan a brillar. Te amo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ultimo suspiro.

Los últimos kilómetros de nuestro viaje, desde el Monte del Gozo hacia la Plaza del Obradoiro, comienzan con un descenso por el negro asfalto de la Rúa do Gozo hasta nuestra meta. Tras pasar sobre la A-9, el río Sar y la vía férrea, llegamos al barrio de San Lázaro. Tras dejar atrás la Ermita de San Lázaro (obra realizada a principios del S. XX), seguimos nuestro camino por la Rúa Valiño, Fontiñas y Fonte dos Concheiros, calle que recibió este nombre por ser el barrio donde se asentaban los vendedores de concha de Vieira, con la que todos los peregrinos regresaban a sus hogares.
Al final de la calle nos encontramos con la Plaza del Cruceiro de San Pedro, desde donde iniciamos un ligero ascenso por la Rúa de San Pedro, siguiendo la calle pudimos llegar al lugar donde se ubicaba la Puerta del Camino que en su día sustituyo a la Porta Francigena. Después recorreríamos, Las Rúas de Las Casas Reales, Las Animas, Plaza de Cervantes, Azabacherías, por fin llegamos a La Vía Sacra y mi bien querida Plaza de Quintana, después rodeando la Torre del Reloj, atravesamos la Plaza de las Platerías, lugar por donde antaño entraban los peregrinos Franceses. Nosotros continuamos por la Rúa Fonseca hasta la Plaza del Obradoiro. Comentar para los que no conozcáis Santiago y en especial esta plaza, que esta monumental plaza fue consecuencia de la expansión de la catedral hacia el Oeste, ya que inicialmente no era más que una gran loma, sobre la que en principio se asentó una necrópolis y más tarde un cementerio romano. A fin de crear un lugar donde los peregrinos pudiesen concentrarse frente a la fachada Oeste, se decidió allanar toda la zona.
Por fin nuestra meta había llegado, cuando esta plaza se abrió majestuosa ante nosotros, las caras de satisfacción eran la nota predominante en todo el grupo. La alegría había dejado atrás los sinsabores de estos últimos días, ver la cara de satisfacción de José al comprobar que pese a sufrir durante todo el camino ese fuerte dolor en las piernas, había podido cumplir con su peregrinación, hizo que me sintiese satisfecho.
Tras llegar a la Plaza del Obradoiro, nos hicimos la foto de rigor, eso si, después de habernos abrazado y disfrutado de comentarios varios. La gente que circulaba por la Plaza, se paraba al ver a un grupo de 21 locos pegando botes de alegría. De ahí, directos a la oficina del peregrino , donde minutos después salíamos, orgullosos con nuestra ansiada Compostela, la cual acreditaba la consecución de nuestra aventura.
Una vez sellada la credencial y obtenida todos la Compostela pertinente, el grupo se dividió en dos, unos decidieron entrar en la Catedral y disfrutar de la majestuosidad del templo, pudiendo disfrutar de una varazo merecido al Santo, momento en el que José, casi nos hace llorar a todos, haciendo mención a sus hijos. Creo que en ese momento el que mas o el que menos, recordó a seres queridos, yo como no, me acorde de mi hermana, una de las causantes de que hiciese esta peregrinación, mis padres, mi sobrina, pero sobre de todo de mi niña, a la que pronto podría abrazar y besar.
Después de encontrar un albergue donde poder ducharse y dejar las bicicletas, nos dispusimos a encaminar nuestros pasos hacia mi querido y adorable pueblo, Villagarcia de Arosa, donde Diego había preparado ya, la dormida y una cena fantástica en un Furancho, para así poder mostrarles a estos locos, como se cena en nuestra tierra. Después de disfrutar de una cena, donde anécdotas y comentarios, dieron paso a canticos y abrazos, llego el momento de la primera despedida, instante en el que muchos encaminaron sus paso hacia el hostal donde pasaríamos la noche, a la espera de poder disfrutar al día siguiente, de uno de los mejores mercadillos de la zona. Tras llegar al hostal, algunos decidieron meterse en cama a descansar y otros optaron por tomar una copa (no diré nombres para que nuestras chicas no se enfaden, je je). Tras la copa, directos al hotel y al día siguiente ruta por Villa, para disfrutar de sus bares, pinchos y tapas variadas y demás productos de la zona. En definitiva, tras esta noche daríamos por finalizada nuestra aventura, pero ese es otro tema, ahora a descansar, al día siguiente, me aguardaría, viaje a Santiago a llevar las maletas de algunos buenos amigos y de ahí, derechitos al albergue a montarle en la furgoneta, las bicis a todo el mundo, ya que todo el mundo exceptuando Edu, Richard, Diego y Yo, nos quedamos para organizar la vuelta del material, el resto, paseo por Santiago y viaje en avión para la isla.
La verdad es que a muchos de los que compartieron esta aventura conmigo, los echare de menos, gracias a todos por vuestra camaradería, en especial a los cuatro que comenzaron conmigo esta locura, del resto, algunos me habéis demostrado el verdadero significado de la palabra compañero, con los restantes, lamentar no haber tenido el suficiente tiempo para poder conoceros. Espero que disfrutarais casi tanto como yo.
Desde aquí quiero enviar un enorme abrazo y mi agradecimiento, a todos los que hemos ido conociendo durante todo nuestro camino de peregrinación, los cuales han aportado su granito de arena, para así poder transformar este viaje en una autentica aventura. Gracias a todos y todas por vuestra amistad, vuestras palabras de aliento y los buenos momentos compartidos con vosotros.

jueves, 11 de noviembre de 2010

12 Dia - Palas de Rei - Santiago de Compostela

Ultimo día de nuestra aventura, amanece en Palas de Rei, una fina lluvia cae tras el cristal, a mi mente llegan los recuerdos de estos diez días de aventura, momentos de sonrisa, de alegría, pero también momentos de concentración, de esfuerzo, en definitiva la sintonía perfecta para poner colofón a esta aventura. La verdad es que me voy contento, gracias a ese loco que me llamo hace unos meses comentándome si podía hacerle un favor, gracias a él, he tenido el placer de conocer a una gente excepcional. Desde mis cuatro jinetes (Edu, Jose, Richard y Diego), pasando por el resto, todos me habéis echo disfrutar de esta aventura. Así que desde aquí va mi homenaje a todos los que habéis compartido esta locura conmigo.
La etapa de hoy no contaba con grandes dificultades, pero aunque fuese algo similar a lo vivido los dos días anteriores, creo que nadie se abría quejado. La sola idea de llegar al Monte do Gozo y reconocer en la lejanía, las torres de la catedral, eran la suficiente dosis de energía, como paraqué las piernas llegasen por si solas, hasta la puerta de la catedral, hasta el Pórtico de la Gloria.
Si el tiempo nos daba una pausa, podríamos disfrutar del paseo por Melide y Arzúa, para después enfilar la recta final hasta Lavacolla, el Monte do Gozo y por fin la Plaza do Obradoiro.
El camino se desarrollo entre aldeas, superando, uno tras otro, pequeños valles y ríos que descendían hacia el Tambre. Tras una parada a las puertas de Arzúa, donde se repuso algo de lo gastado en esta primera parte del recorrido. Comenzamos el tramo final hacia Compostela, no sin antes recibir una mala noticia, Walker había roto el cambio y venia a piñón fijo tras un arreglo-apaño, que le estaba destrozando su particular (Campeonato Interno for Compostela), o eso parecía, porque desde que llego a León parecía que estaba compitiendo contra el mismo, je je je. Tras encontrarme con los rezagados y facilitarles otro tentempié, continuamos camino hacia nuestra meta.
Dejando el sarcasmo a un lado, comentaremos que la jornada transcurrió entre nubes y claros, lo que nos permitió en el último tramo de la jornada, disfrutar de la compañía de cientos de peregrinos que realizaban el camino andando, que sumado al maravilloso paisaje que nos brinda mi querida tierra Gallega, nos hizo recrearnos en la verdadera magnitud del Camino.
Durante los últimos kilómetros, pude disfrutar con esas miradas de complicidad que nos enviábamos, entre Jose, Diego, Edu, Richard y este que escribe. Esas miradas decían mucho, miradas de satisfacción al recordar todo lo vivido, miradas de camaradería al reconocer a amigos de verdad, en definitiva miradas de emoción al saber que llegaba el final de los mas de 1000km que nos habíamos metido entre pecho y espalda.
El tiempo que por fin nos daba una tregua era uno de los mejores regalos que podíamos esperar, pero cuál sería mi sorpresa al descubrir que el destino nos deparaba otra grata sorpresa. Justo cuando llegué al Monte do Gozo, me encontré una plataforma inundada de botellas de colores y sobre esa plataforma puede observar a tres ciclistas realizando las fotos de rigor. Mi cara se ilumino, al comprobar que entre esos tres ciclistas había un chaleco reflectante, ¡era El!, Richard Gete, un buen amigo, desde ahora un hermano, que nos encontramos haciendo el Camino en Frómista, que venía solo de Francia y que ha realizado el camino a la par que nosotros, pero siempre llevándonos unos kilómetros de ventaja. Este tío me ha demostrado que un verdadero amigo, se puede encontrar también aquí en el Camino.
Desde aquí mi pequeño homenaje a Richy, pero también a toda esa gente que se enfrenta solo a este duro camino.
Minutos más tarde, comenzaban a llegar los demás locos del pedal, la llegada fue impresionante, daba gusto ver las caras de satisfacción y las expresiones de…. ¡Ya estamos aquí! , la llegada fue fantástica.
De nuevo y al igual que en la Cruz de Ferro, hicimos una foto todos juntos y acto seguido nos pusimos en marcha, pronto tendríamos ante nosotros la majestuosa Plaza del Obradoiro. Ese último tramo, por las calles de Santiago nos hizo disfrutar aun mucho más del momento que estábamos viviendo. La entrada en la plaza fue algo especial, se abría ante nosotros un pasillo entre peregrinos y turistas, gentes de todas partes del mundo inmortalizaban el momento de llegada ante el Apóstol.
Pero bueno amigos ese momento y lo que vino después bien merecen otro post aparte, mañana os contaré lo que sucedió a nuestra llegada y esa noche. Ahora disfrutad de lo que queda de día.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Para mi niña

Después de haber escrito la ruta de este día y lo vivido hoy, no podía irme a la cama, sin dedicarte unas líneas.
Hoy más que nunca, desde este pueblo llamado, Palas de Rei, quiero decirte que sin ti, sin tu voz, sin tu sonrisa, sin la imagen de rostro cuando cierro los ojos al dormir, sin tu mirada con ese brillo especial que tienen al verme llegar, de tus labios, sin tu perfume el cual creo reconocer en cada rincón, sin todo eso que tú me reglas cada día, no podría seguir con esta aventura. Saber que cada día que pasa estoy más cerca de ti, que cada vez me falta menos para poder abrazarte y darte las gracias por estar ahí, en mi vida.
Por todo ello, quería hoy dedicarte unas pocas líneas de este diario de rutas, espero que entiendas que en la vida al igual que este Camino, tiene sus momentos buenos y sus momentos malos, que tiene altos y bajos, pero que por muy duro que sea, siempre me tendrás a tu lado.
Pronto mi niña, pronto, podre decírtelo en persona, cara a cara. ¡Ya falta menos!.
Te Quiero.
Como vereis, el Camino te deja tiempo para todo.

11 Dia - O Cebreiro - Palas de Rei

La noche había sido dura, con frio, viento y niebla. El viento y la niebla lo pudimos comprobar por la ventana, el frio, lo notamos durante toda la noche por todo el cuerpo. El despertar fue de los mejores de todo el viaje y digo esto, porque después de una noche con un gigante pegando ronquidos ensordecedores toda la noche, el despertar significa calma, silencio, paz, jajajajajaja.
El peor parado de todos fue el pobre Tolo, que tuvo que dormir a escasos 50cm de tan gráciles sonidos. Alejandro, Edu y Fernando, habían llevado la noche como mala mente se pudo y eso que el albergue de O Cebreiro es un edificio de nueva construcción. La única pega es la calefacción y la cantidad de gente que nos encontramos la noche anterior por culpa de las inclemencias del tiempo.
Una vez puestos en pie, vuelta a empezar y es que desde que llegamos a León, nos ha acompañado todo el rato un tiempo malísimo. Parece como si Santiago nos quisiese dar una pequeña lección, por haber pasado un camino tan bueno desde que comenzamos los cinco hasta que nos reunimos con los demás. Ahora vienen a mi mente, momentos inolvidables, como el día que nos vimos en el hostel de Pamplona, o la cena en el bar La Granja, de la calle Estafeta. Como echo de menos la ilusión de ver esas caras de satisfacción al ver terminada una etapa, como el día que llegamos a Navarrete, donde nuestra cámara recogía la llegada a la localidad. No me repetiré con el ejemplo de la noche mágica en Logroño, pero la verdad es que ahora sí, echo de menos esos momentos.
Mientras los chicos se fueron a desayunar, aproveche unos minutos para comprobar que no me dejaba nada atrás y me dispuse a guiar mis pasos hasta el bar donde me esperaba un merecido desayuno (teniendo en cuenta que no había cenado, por culpa de un maldito dolor de muelas). Al entrar en el bar pude comprobar que algunos aun parecían dormidos, mientras que otros ya estaban con mil ojos, controlando, si uno estornudaba, o si el otro cogía el Cola cao antes que yo, joerrr parecemos críos. Menos mal que todo eso se borro de mi mente, en el preciso instante en que apareció mi compadre Julián, son esa sonrisa característica y bromeando como siempre.
Después de desayunar, preparamos las maletas, comprobamos las bicis, las cuales iban a darnos algún que otro susto a lo largo de la jornada y nos pusimos en marcha. Antes de arrancar y poner rumbo a Palas de Rei, pude ver con tristeza como mis vecinos se iban antes que nosotros, hablo de los amigos de Catoira, los cuales realizaban el mismo camino que nosotros, eso sí, con la compañía de un todo terreno y un carro especial para bicis, cedido por el ayuntamiento de Catoira, así da gusto. Nos pusimos en marcha detrás de ellos y comenzamos el descenso de O Cebreiro hasta Sarria, pasando antes por Triacastela. La montaña gallega y la frondosidad de sus bosques dominaron la mayor parte del trayecto. En Triacastela, la ruta ofrecía dos opciones, o bien seguir por el camino tradicional, por la aldea de a Balsa, disfrutando de pequeños bosques y praderas, o bien ir por carretera hasta Samos. Después vendría Portomarin, pero antes de ello y a la bajada de O Cebreiro, algunos se quedaron o bien sin pastillas o sin zapatas de freno, con lo que supone de arriesgado el seguir circulando así. Resultado…. Parada de nuevo a tomar otro Cola Cao (creo que nos van a hacer socios de la marca) y en marcha, eso sí, esta vez Carlos se tenía que coger su bici, para así permitir que Tolo, Sevi y Julián, pudiesen acompañarme dado que sus monturas estaban en muy mal estado.
Ahí comenzó mi odisea, jejejejeje y digo esto, porque la salida del pueblo de Sarria hacia Portomarín, me supuso, comprobar cómo mi GPS, funcionaba mejor que el del coche, es decir, tanto yo como mi copiloto Julián, tuvimos que ingeniárnoslas para llegar a Portomarín y más tarde a Palas de Rei.
Antes de que todos pasaran por Sarria, tuvimos que hacer de las nuestras, entre Teddy, Richard, Fernando y Yo, para, bajo una lluvia intensa, solucionar un nuevo pinchazo, esta vez de la bici de Fer. Tras la puesta en marcha, recogí a Sevi, Tolo y Julián, los cuales, se habían refugiado al amparo de una botella de tinto y unas tapas en un bar de la zona.
Como he dicho antes, la odisea comenzaba, “gire a la izquierda”, pero si giro me voy a la cuneta, “recalculando”, ¡joer pero si esta autovía por la que voy no aparece en el GPS!, bueno, al final no sé como hicimos pero llegamos. Eso sí, después de volverle la cabeza loca a Julián, con mi sesión de Turismo Galaico. El como siempre, me agradeció, el discurso, comentando lo maravillosa que era nuestra tierra, aunque yo creo que esa noche ceno unos cuantos Ibuprofenos, je je.
Una vez llegados a Palas de Rei, la misión era, encontrar alojamiento para los 21 y lavadoras y secadoras, para poder albergar nuestras coladas. Después de comprobar la mala calidad del servicio de hostelería en Palas de Rei, y ver como se reían en nuestras caras, tanto el recepcionista del único hotel que debe haber en el pueblo, así como los encargados de las pensiones, pudimos encontrar el albergue municipal, ¡Bién!, todo resuelto diréis. Pues no, el albergue no recibía a ciclistas, pero ahí sí, la encargada nos indico el albergue municipal que si nos podría acoger. Pero mira tú por dónde, las casualidades siempre vienen dadas, justo cuando llegamos al albergue, vemos a nuestra izquierda, un complejo residencial, jajajaja, llamado la Cabaña. Los ojos de Julián se iluminaron y de su boca salió una expresión que decía, no mires mas, nos quedamos ahí, ni tiempo me dio a reaccionar, cuando de pronto vi como Sevi y Tolo se encaminaban hacia el complejo. “Hola buenas, ¿disponibilidad para 21 peregrinos en bici?”, ¡por supuesto! Y ya por último, ¿lavadora y secadora?, ¡claro que si caballero!. Ni preguntaron el precio, me hicieron llamar a Richard y Teddy para comentarles que dormíamos ahí. Por fin una noche calentita, con buenas camas y pudiendo hacer una colada. Que más se podía pedir, pues para mi había más, el teléfono sonó, respondí y al otro lado una voz cálida me saco una sonrisa del rostro. Horas más tarde degustaba el mejor café que había saboreado en años, con la compañía perfecta y en un entorno sin igual. Después, de una charla encantadora, cena con todos los demás y para la habitación.
Pero eso si, que no se me olvide, esta vez sí pude disfrutar de la llegada de mis compañeros. Cada uno que llegaba sonreía y saludaba, esa sonrisa en el rostro de alguien que a cumplido con su deber. Reconozco que ese fue el día mas duro del viaje y ahí, si que todos, se portaron como lo que son, como fieras. Ver la cara de satisfacción de Pablo y Alejandro al llegar, pensando que no hacia ni una hora me habían dicho, que por cojones, faltase lo que faltase, llegaban en bici, me supuso una dosis de moral, de energía y de buen rollo. Comprobar como Jose, después de más de 900 km, seguía como un jabato sin protestar, luchando contra ese dolor que en silencio, lo estaba jodiendo vivo, o ver de nuevo el rostro de Luis y Tomás, que llegaban a su ritmo, pero llegaban, y como siempre con buen humor, eso sí que levanta el ánimo a cualquiera, en esos momentos se te olvida, las tonterías de algún que otro superman, o los comentarios y las miradas de otros. Hoy si, éramos un grupo unido, y disfrutando después de habernos destrozado el cuerpo.
Después de esto, para cama, no sin antes escuchar, casi sin querer, las conversaciones de alguno, que no se daba cuenta de que había gente intentado dormir cerca de donde ellos daban rienda suelta a la lengua.
Bueno mañana, ultimo día, eso si las bicis de Tolo, Julián, Richard y Sevi nos lo permiten, porque están sin frenos y no tenemos recambios.

martes, 9 de noviembre de 2010

El Espiritu del Camino.: The Way, La pelicula del Camino.

El Espiritu del Camino.: The Way, La pelicula del Camino.: "Hago un inciso en mi blog para recomendaros esta magnifica película, todo aquel que quiera, respete o disfrute con el Camino de Santiago, d..."

The Way, La pelicula del Camino.


Hago un inciso en mi blog para recomendaros esta magnifica película, todo aquel que quiera, respete o disfrute con el Camino de Santiago, disfrutara con esta película. Lo mejor de todo es Emilio Estevez y sus hijos son descendientes de Gallegos, para ser mas exacto, de pontevedra, si es que los gallegos somos tremendos, je je.
Tom es un médico estadounidense que va a Francia tras la muerte de su hijo adulto, murieron en los Pirineos durante una tormenta mientras caminaba El Camino de Santiago, también conocido como El Camino de Santiago. El objetivo de Tom en un principio es recuperar el cuerpo de su hijo, sin embargo, en una combinación de dolor y homenaje a su hijo, Tom decide viajar por este camino de peregrinos. Al realizar el Camino, Tom conoce a otros peregrinos de todo el mundo (tres en particular), todos a la búsqueda de un mayor significado en sus vidas.
En el camino, Tom descubre el significado de una de las últimas cosas que su hijo le dijo (en un flashback) a su padre. Hay una diferencia entre "la vida que vivimos y la vida que elegimos."
Tom is an American doctor who goes to France following the death of his adult son, killed in the Pyrenees during a storm while walking The Camino de Santiago, also known as The Way of St. James. Tom's purpose is initially to retrieve his son's body. However, in a combination of grief and homage to his son, Tom decides to journey on this path of pilgrims. While walking The Camino, Tom meets others from around the world (three in particular), all broken and looking for greater meaning in their lives.

Along The Way, Tom discovers the meaning of one of the last things his son said (in a flashback) to his father. There is a difference between "the life we live and the life we choose."

lunes, 8 de noviembre de 2010

10 Dia - Foncebadón - O Cebreiro

Después de una noche musical, la mañana nos recibía con lluvia, niebla y frío. Tras degustar nuestra dosis diaria de Cola cao, tostadas y demás alimentos, reunimos todas las maletas en la furgoneta para poder comenzar la marcha.
Los problemas comenzaban a surgir, dado que algunas bicis necesitaban el cariño de un buen mecánico, no es que sucediese nada grave pero lo bueno estaba por llegar. Tras comenzar la marcha y apenas discurridos unos tres o cuatro kilómetros, llegamos al alto de la Cruz de Ferro, donde el día anterior había podido comprobar cómo soplaba el viento y donde el frio unido a la lluvia, habían puesto en entredicho mi capacidad de resistencia a los resfriados. Llegados a la Cruz, realizamos una foto de grupo, con bandera de Mallorca incluida (por qué no habría pensado en traerme una gallega y una de Navarra), realizadas las fotos, les mostré a mis amigos como se pliega una bandera en condiciones, je je je.
Continuamos la marcha y esta vez si llegaba lo bueno, una bajada de unos 20 km hasta Ponferrada, donde comenzaron los problemas, alguno de nuestros compañeros se había quedado sin pastillas de freno en la bajada, así que tuvimos que hacer para obligada a solucionar el problema, momento en el que todos aprovecharon para pedir una paradita en algún bar y así tomar un nuevo Cola cao o café y un buen bocadillo ( como se nota que algunos no han tenido que pasar hambre, no entiendo como después de un desayuno en condiciones, se puede ser capaz de comer lo que algunos comieron en esa parada y eso que era una bajada, además del bocadillo, algunos se metieron en la furgoneta a coger barritas y comer plátanos y manzanas sin pararse a pensar que eran para la parada obligatoria). Después de esquilmar los bienes comunitarios del grupo, je je, nos pusimos en marcha, esta vez si, para entrar en Ponferrada y de ahí encaminarnos a Columbrianos, Cacabelos, Pieros, Villafranca del Bierzo donde tuvimos que buscar una tienda de bicis ya que habíamos roto un cambio de una de las bicilcletas , Ambasmestas y por fin la subida al Cebreiro.
En esta etapa el bierzo y Galicia se dan la mano en esta etapa que culmina en O Cebreiro, quizás el núcleo del Camino con más connotaciones mitico-simbolicas. Antes en Villafranca del Bierzo, pudimos disfrutar de su conjunto histórico y monumental, además claro está, de intentar arreglar el tema del cambio, ja, ja, ja!.
Tras pasar Villafranca nos dirigimos a través del angosto valle del río Valcarce, entre laderas de robles y castaños. Los últimos ocho kilómetros son espectaculares por paisaje y por ese pequeño desnivel de 690 metros que tuvimos que salvar, sin embargo el esfuerzo bien merece la pena, dado que sus paisajes y la sensación de que Santiago está cerca, compensan cualquier mal.
La noche se nos echaba encima al igual que la tormenta la cual, en vez de regalarnos una tregua, prefería dejarnos cantidades ingentes de agua sobre nuestras cabezas. La llegada fue un poco caótica, saliendo a relucir los buenos modales de algunos, consiguiendo que lo que tendría que ser una entrada tranquila y en orden en el albergue de O Cebreiro, se convirtiese en lo que más que una llegada de peregrinos, podría confundirse con la entrada en un estadio de un grupo de hooligans exaltados y es que como comente en el anterior artículo, en estos momentos es donde se ve quien es persona y quién no. Entiendo que la gente llega mojada, cansada y con frio, pero eso no te da derecho a tratar a tus iguales como si animales se tratase, sé que es duro decir esto pero mientras la gran mayoría se portaron como caballeros, algún otro, mancho la buena imagen del grupo.
Esta es otra de las cosas que te muestra el Camino, no sé si definirla como buena o mala, yo diría que es enriquecedora.
Después de esos pequeños incidentes, y tras regalarle a los cuerpos una ducha caliente, todo volvió a la calma y algunos dispusieron que era hora de ir a cenar, yo por mi parte, decidí retirarme para disfrutar en soledad de un buen rato de cama. Tras intercambiar unas palabras telefónicas con mi niña a la cual cada día echo más de menos, decidí desconectar del mundanal ruido y dormir. Mi contacto con Morfeo, duro lo que dura un suspiro, dado que al término de la cena la llegada de mis compañeros me despertó. Gracias a Dios, compartía habitación con Eduardo, mi sensei, jeje; Fernando, al que denominaría, el hombre tranquilo; Alejandro, una de las personas más educadas que he conocido en este viaje y el Gran Tolo, los cuales tras preguntarme mi motivo por el cual no les había acompañado en la cena, se metieron en sus sacos y me acompañaron en mi viaje nocturno.
Mañana cuando despierte hablare con Teddy y Richard pro creo que dormiremos en Palas de Rei y de ahí el último asalto a Santiago.

Pensamientos en voz alta

Aun recuerdo como si fuese ayer cuando comenzábamos este Camino y ya estamos prácticamente terminando, solo nos quedan tres jornadas contando con el día de llegada a Santiago. Ya empiezo a echar de menos los primeros pasos cuando solo éramos cinco locos realizando un camino que cada día nos regalaba una nueva sensación y una nueva aventura.
No es que la compañía de estos nuevos amigos sea incomoda para mí, pero el problema radica en cómo controlar a 21 locos de la bici. Ya sé lo que estáis pensando, porque tienes que controlar a 21 tíos, ni que ellos no pudiesen controlarse solitos. Pero tengo que decir que alguno me ha sorprendido, algunos piensan que en vez de venir a realizar el Camino, vienen más bien de vacaciones. El primer día ya detecte que se comenzaban a formar dos grupos uno que venía a hacer el Camino y descubrir una nueva aventura y otros que venían de paseo. No digo que se pueda denominar paseo a subir los altos de montaña que subieron, ya que la gente sufrió como nunca, debido en mayor medida al mal tiempo, pero algunos confundieron un viaje de aventura, con un paseo por Port-Aventura.
Lo que si te deja este viaje y este tipo de experiencias no es otra cosa que, la oportunidad de conocer a tus amigos en situaciones adversas. Pero eso supone conocer la parte positiva de unos y la negativa de otros, ¡pero bueno!, es lo que tiene el Camino, que se transforma en un camino de conocimiento, no meramente espiritual sino personal y humano. Estos días, me han permitido comprobar hasta dónde puede llegar un ser humano, con tal de superar algunas vicisitudes de este Camino. Desde sacar una ración extra de esfuerzo, para poder seguir pedaleando hasta una loma que después daba paso a otra, o reacciones tan absurdas en las que una persona es capaz de levantarse antes que nadie para ser el primero en llegar a la furgoneta y así poder coger en vez de dos barras energéticas (lo estipulado en un principio), cuatro con el único fin de engullir, sin pensar quizás que algunos de los que hacen el camino contigo pueden estar mejor o peor.
Pero bueno amigos son cosas de la vida, acciones sin importancia para algunos y con una gran trascendencia para otros. Quizás el problema está en que este Camino, me ha permitido disfrutar del tiempo, lo cual me ha permitido pararme un momento, a disfrutar de mil sensaciones e imágenes; del discurrir de un riachuelo llegando a Palas de Rey, o del vuelo de un ave de rapiña por la meseta Castellana, sentir el frescor del viento en el Pirineo o cómo no, el más esperado, el fantástico sonido de una gaita, por las callejuelas de Santiago.
Bueno amigos, lo que en principio seria una descripción del día de ruta, se ha transformado sin quererlo en un pensamiento en voz alta, espero que podáis perdonarme, pero es que en estos momentos es cuando uno necesita contar y describir lo que siente.
Acabo de recibir una llamada de mi niña y los ojos se me han vuelto a iluminar, gracias por permitirme escuchar el sonido de tu voz. Pronto estaré a tu lado.
A los demás os prometo que ahora mismo me pongo con el siguiente día de ruta.

domingo, 7 de noviembre de 2010

9 Dia - León - Foncebadón

El noveno día de nuestro Camino, comenzó de forma diferente. EL despertar de cinco personas no se puede comparar con el despertar de 21 fieras. No quiero que nadie considere este comentario de forma despectiva, pero mientras que todos los días anteriores, habían sido súper tranquilos, despertándonos los unos a los otros en silencio, cambiaba de forma radical convirtiéndose en un jaleo constante a la hora de comenzar el Camino.
Este primer día comenzamos desayunando en una cafetería de León, donde degustamos el ya tradicional, bocadillo de jamón serrano con tomate y aceite acompañado de un cola cao calentito y es que a esas horas apetece comenzar con algo que caliente el cuerpo.
La primera parte de la etapa se desarrolló entre León y la localidad de Astorga, pasando antes por poblaciones tales como: Trobajo del Camino, San Miguel del Camino, Villadangos del Paramo, el Hospital de Orbigo para llegar más tarde a Astorga, donde pudimos disfrutar de la visión del Palacio Episcopal. El edificio es actualmente sede del "Museo de los caminos" que muestra una interesante colección de esculturas de madera policromada y de orfebrería renacentista y barroca así como gran cantidad de elementos litúrgicos. El Museo ocupa la totalidad de las cuatro plantas del edificio.
En el kilometro 33 de la etapa nos encontramos con el Puente del Paso Honroso, sobre el río Orbigo, famoso por la hazaña del caballero Suero de Quiñones, que en el Año Santo Compostelano se 1434 llevó a cabo unas famosas justas en este enclave, obligado por su compromiso con una dama y poniendo al Apóstol Santiago como testigo.
Tras dejar atrás nuestra querida Astorga, seguimos camino para poder llegar a la hora prevista a Ponferrada. Pero como siempre, algo iba a ocurrir para que el Camino cambiase de nuevo con todo lo programado. Tras dejar Astorga el cielo comenzó a tornarse de un gris plomizo que lo único que presagiaba, no era otra cosa que tormenta. La lluvia no tardó en llegar y con ella un viento que no tardo mucho tiempo en hacer mella en nuestros nuevos compañeros de viaje. El tiempo, en vez de mejorar, empeoraba a cada kilometro que realizábamos y tras una fina lluvia (lo que en Galicia conocemos como Morriña) y un viento que conseguía que cada gota, te golpease como si fuese una tormenta de arena, se unió un mal intencionado frio. Con estos tres hándicaps y viendo las caras de algunos de nuestros compañeros, algunos comenzamos a barajar la posibilidad de acortar la etapa de hoy. Cuando tan solo nos faltaban unos kilómetros para coronar la Cruz de Ferro (1504 m de altitud), decidimos parar y buscar refugio en el pueblo de Foncebadón.
En el pueblo de Foncebadón pudimos encontrar un albergue de lo más curioso, la estampa fue de película y yo la contare así:
La gruesa puerta de madera se abrió lentamente y tras ella pudimos encontrar una estancia muy acogedora, chimenea encendida, decoración de índole budista y caras amables las cuales nos recibieron con un agradable ¡bienvenidos!, pero la verdad es que otras caras eran de asombro. La noche había caído y tras la puerta se asomo una silueta, era la de uno de los 21 ciclistas que acababa de llegar a Foncebadón, su cuerpo medio congelado y su voz rota por el cansancio solo pudo dar paso a una leve sonido el cual se pudo asociar con algo así como, “necesito algo caliente”, era un joven con sus ropas húmedas, prácticamente heladas por el frio, la lluvia y las bajas temperaturas. Tras el llegaron el resto de personajes del grupo, exceptuando a un gallego que aguardaba en lo alto de la Cruz de Ferro a que sus compañeros llegasen. Tras un largo tiempo de espera, una llamada telefónica le hizo recorrer los kilómetros justos para llegar al pueblo, donde le esperaba el grueso de la tropa, al calor eso si, de una chimenea y tras una taza de Cola Cao.
La noche se nos echo encima, así que tras una ducha caliente decidimos irnos a cenar y es ahí donde comenzó una noche fantástica, primero cenando en la Taberna de Gaia, un local medieval, donde pudimos degustar entre otras cosas, un magnifico revuelto de hortalizas, venado y costilla de cerdo sobre cama de pan rustico, para después disfrutar de la más maravillosa trata de queso que se pueda probar hoy en día. Claro está todo ello regado con un magnifico vino tinto servido en cuencos de barro.
Después de la cena volvimos a nuestro albergue, donde tras encontrar un par de guitarras y unos timbales, disfrutamos de una noche de música, a cargo de Teddy, Richard, Julián y un servidor. Tras unas cervezas y unas canciones en el recuerdo, decidimos retirarnos a nuestros aposentos, donde darle descanso a nuestros maltrechos cuerpos.
Mañana nos esperaba un largo Camino Foncebadón - Triacastela.

sábado, 6 de noviembre de 2010

8 Dia - Paseo por León

Y es que en todo viaje, siempre existe un momento para el descanso, nuestro momento llegó en León. Teníamos que esperar por el resto de locos que venían a hacer el Camino y la mejor forma de esperar no fue otra que disfrutando de León, una ciudad completamente desconocida para mi hasta ese mismo instante, una ciudad con un encanto que descubrimos a cada paso que dábamos por las calles de su parte noble.
El día transcurrió de forma muy amena, pero igual que el tiempo fue perfecto, también tendremos que decir que así como llegó, se fue volando. Ahora entiendo esa expresión de lo bueno si es breve, dos veces bueno, jejeje. Después de visitar León, nos dispusimos a montar las bicis de los que aún no habían llegado, el montaje como es habitual , tubo su dosis de Ley de Murphy, es decir, como siempre hubo un problema, los pedales de una de las bicicletas no aparecían por ningún lado. Una vez llegaron nuestros compañeros de viaje, conseguimos localizar los dichosos pedales. Así como la gente fue llegando al albergue de León , me fui dando cuenta de todo lo que se nos venia encima, 5 personas de viaje se llevan bien, pero 21, me daba la sensación de que seria bastante más complicado, al final como siempre, el tiempo me daría la razón.

Tras una cena con todo el grupo, a la que yo no pude asistir por culpa de esa dichosa muela que tanta guerra me está dando, todo el mundo se dispuso a dormir, para así comenzar el viaje al día siguiente. La verdadera aventura estaba por venir.

A titulo personal y después de haber disfrutado del viaje diré que los días que transcurrieron hasta León , han sido los mejores de todo el viaje, no obstante los siguientes días, con sus momentos buenos y no tan buenos, formas parte de mis vivencias las cuales siempre te enseñan algo positivo.


Ahora solo me queda seguir contando mi paso por el Camino.

Ellos


Decir hoy buen día o buen Camino, parece una broma de mal gusto. Estoy a los pies de la Cruz de Hierro, donde los peregrinos han ido dejando con el paso del tiempo piedras en las que registran su nombre o en las que simplemente depositan su pensamiento de una forma simbólica. Llevo unas cuantas horas esperando por los chicos, aunque tal y como está lloviendo y tal y como tira el viento, no sé yo si llegarán a donde teníamos previsto llegar, Ponferrada.
Mientras y para no aburrirme, he decidido escribir unas líneas, para así aprovechar este momento de tranquilidad y hablaros de mis nuevos amigos.
Hablar de Teddy es hablar, prácticamente de un hermano, al que quieres, respetas y adoras, pero con el que algunas veces terminas discutiendo (yo creo que por el cariño que nos tenemos), ya se sabe ese dicho de, donde hay confianza, da asco, jejejeje. Teddy, a su manera me ha demostrado y enseñado, que la vida no es exclusivamente, algo material, sino que existen otras metas, otros objetivos y otras prioridades. En su caso sus tres prioridades se llaman, Mel, Julen y como dice el……. (Su próximo peque que aun no sabemos cómo le llamará). Esas son las metas de mi entrañable amigo, la felicidad de los suyos. Con el tiempo restante que le queda a lo largo del día, lo aprovecha de una forma sin igual, dedicándole tiempo a su pasión, el deporte, su otra pasión la música y sobre todo a sus amigos.
De todas formas, este viaje que estoy realizando a su lado, me ha mostrado a otro Teddy, desconocido para mí una persona diferente, más tranquila, más sosegada, ¡no se!, algo en él ha cambiado, algo que lo a echo mejor persona de lo que ya era.
Gracias Neno!, por permitirme conocerte cada día más, por poder formar parte de tu pequeño y reservado mundo, por hacerme ver, que a veces no le damos la importancia que se merece a algunas cosas y en cambio a otras que no se merecen ni un segundo de nuestro pensamiento si se las damos. Gracias por contar conmigo y por mostrarme el verdadero significado de la palabra amistad...
Otro de los locos de esta aventura es Richard. El Presi, aunque yo le llamaría el Gran Capitán, como en los Tercios de Flandes. Richard es el tesón, las ganas, esa persona que consigue de ti lo que tú no creías tener (una dosis extra de energía). Cuando ya no queda ni un aliento más, aparece el y te renueva el alma, consigue exprimir el último cartucho como nunca nadie podía imaginar que teníamos guardo. La verdad es que compartir viaje con Richard es un autentico placer, siempre con una palabra de ánimo, siempre ofreciendo sus sabios consejos, siempre preocupándose de que todos estemos a gusto, que no nos falte nada, el Gran Capitán que no permite que su tropa entre en combate sin antes mancharse el de sangre. Gracias a ti Richard por permitirme conocerte y por regalarme conversaciones tan amenas y enseñanzas tan enriquecedoras.
Jose, ese loco se ha ganado todo mi respeto, tesón puro y duro, es como el acero que forja la espada del Gran Capitán, fiel escudero, siempre ahí al pie del cañón, dispuesto a sacrificarse por los demás. Te engaña de una forma peculiar, porque parece que no se fija en los detalles, pero justo en el momento en que uno desfallece, ahí aparece para preocuparse por ti. Es de estos tíos que parece que tienen un sexto sentido y descubren antes que nadie, cuando tienes un bajón y venga, en dos segundos te está levantando el ánimo. Disfruto viendo como llama a sus peques y como se le ilumina la mirada cuando les cuenta las aventuras que nos van sucediendo. En el poco tiempo que lo conozco me he dado cuenta de que es un gran amigo y un mejor padre, es de esas personas que son capaces de crear un mundo de fantasía, solo por ver una sonrisa de sus peques, o en nuestro caso es capaz de subir un puerto de montaña contigo a hombros con tal de no verte sufrir. Gracias por ser así, fiel escudero y ya sabes, pídeme las llaves del furgón las veces que quieras, siempre podrás contar conmigo. Por cierto, este tío tenía que ser director de banco, joer como controla el tema del dinero para qué no se nos escape una, jejejejejejeje.
El hecho de que deje a Edu para el último lugar, no es por desmerecer, al contrario, es porque este tío solo tiene una definición, es Grande!. Es vasco y como todos los vascos, es un tío con un par, eso podría ser una definición de alguien al que acabas de conocer, pero ahí está el problema, no solo es grande, cada día que pasa descubro a un nuevo Edu. Los primeros días lo definía como el simpático, el gracioso, la persona que conseguía una sonrisa del grupo en los momentos de mayor tensión, no se puede subir una montaña sin un chiste de Edu. El caso es que pasados unos días, te das cuenta de que detrás de una persona simpática, también se encuentra un sabio, una persona a la que me gusta escuchar, una persona de esas a la que estarías horas y horas escuchando y con cada palabra descubrirías algo nuevo.
En definitiva un sabio en estado puro, si está lleno de energía es un hacha, te rompe el diafragma con sus chistes, pero que si llega un momento de tranquilidad o una de esas conversaciones trascendentales, te sorprende con pensamientos muy directos y muy precisos. Gracias en definitiva a los cuatro por permitirme esta a vuestro lado en este viaje, por permitirme conoceros y por que desde este momento formais parte de mi vida.

Sobra decir que siempre estaré ahi cuando me necesiteis. Nos vemos en el Camino.

jueves, 28 de octubre de 2010

7 Dia - Sahagún - León

Hacía días que no dormía tan a gusto, lo achaco sobre todo, a la buena cena (calentita, jejeje), que nos metimos entre pecho y espalda. Por la mañana y antes de irnos del Albergue regentado por Tanis y Domi, decidimos darnos un pequeño gusto, preparar nosotros mismos el desayuno en la cocina del hostal. Ahí estábamos Diego y yo, preparando una buena dosis de arroz con huevos fritos, para desayunar junto con una tarta de chocolate. Como no, invitamos a nuestro nuevo amigo Domi a desayunar con nosotros, el encantado acepto la invitación. Después de desayunar, charlamos un momento y analizamos donde sería mejor hacer una parada para filmar, dado que hoy no tendríamos parada de avituallamiento. Tras la charla, comienzo de un día muy tranquilo.
Los días van pesando en el cuerpo y eso se nota así que la verdad es que, entre el cansancio y los nervios de pensar que mañana llegan nuestros compañeros de viaje, los dieciséis jinetes del Apocalipisis, ha hecho que no se hable mucho en esta jornada, hasta llegar a León. La entrada en León se complica por que entramos en una gran ciudad y meterte por carretera siempre entraña un riesgo.
Una vez que llegamos a León y tras encontrar el Albergue, nos dimos una merecida duchita y a dar una vuelta por la ciudad. Tras ver los puntos neurálgicos de la ciudad, Catedral y zona húmeda, nos dedicamos unos minutos a disfrutar de la comodidad de una cafetería donde servían un chocolate muy bueno. Después cenita en un bar que no nos inspiraba ninguna confianza, pero que nos sirvió un caldo gallego y un pollo al ajillo, que consiguió que nuestros estómagos pidiesen descanso.
Cuando llegamos de vuelta al albergue, Richard, Jose y Edu, cayeron rendidos en los brazos de Morfeo en decimas de segundo, mientras Diego y yo nos poníamos manos a la obra en su página web y en mi Blog. Al final y tras poneros al corriente de nuestras andanzas, nos fuimos a la cama. Destacar que el albergue de León ha sido el albergue donde mejor hemos dormido, dado que la calefacción estaba en correcto funcionamiento, las camas muy acogedoras y la habitación en general en óptimas condiciones. La verdad es que esta noche ha sido genial y digo ha sido, por que como entenderéis el blog va con un día de retraso.
Mañana, o sea hoy, je je, llegan los fieras, ufffff, que miedo tanta gente, tanto descontrol que puede haber si no se hacen las cosas bien, bueno ya veremos, mientras intentare desconectar. Pero al menos tendremos un día de descanso en León.




Una vez más os recuerdo que podeis ver otra perspectiva del viaje en http://www.enflecha2.com/

miércoles, 27 de octubre de 2010

6 Dia - Frómista - Sahagún

La mañana en Frómista fue fría como todas las demás y es que a quién se le ocurre hacer el camino en estas fechas. Tras preparar bicis, furgoneta y comentar donde se realizarían las paradas técnicas para avituallamiento y filmación, nos dirigimos a la única cafetería abierta en el pueblo, donde degustamos el ya mítico bocadillo de tortilla con tomate y sal (estos Mallorquines del carajo me están liando).
Una vez degustado nuestro primer bocado y el no menos indispensable Cola Cao, comenzamos la marcha, a la salida del pueblo me situé a su altura despidiéndome de ellos al grito de ¡Juliaaaaaa, Panchooooooo, Chanquete a muerto!, que colgado estoy dios mío.
El camino hacia Sahagún es de lo más tranquilo, desarrollándose por llanuras sin ningún alto destacable, la jornada ideal para realizar grabaciones con la cámara ya que el camino transcurre en su mayor parte paralelo a la carretera.
Sin nada más que comentar del camino en si, os pasare a relatar la tarde noche que pasamos en Sahagún. Una vez llegado a la localidad, tenemos dos opciones destacables, o bien el albergue municipal que se encuentra en el mismo edificio que la oficina de turismo, el cual ha sido reformado recientemente o bien el inigualable albergue Viatoris, regentado por Tano, un hombre muy peculiar y una mejor persona. Como es costumbre, todo gran empresario tiene a su lado a un buen discípulo, en este caso un joven Rumano llamado Domi el cual trabaja en el albergue como, Recepcionista, Camarero, Electricista, Fontanero, Pintor, Cocinero, Chofer, Dependiente…….. Bueno eso o tiene un montón de hermanos gemelos, je je je!!!. Desde aquí les envío el mayor de os abrazos, sois fantásticos. Pues como os decía, no solo nos permitió la entrada en su casa, sino que por el precio de peregrino nos facilito unas habitaciones de su hostal, con calefacción, duchita cama confortable, etc; además de una fantástica cena compuesta por un guiso de ternera de esos que hacen que el pan recorra el plato una y otra vez.
Pero bueno antes de cenar en el restaurante de Tano, decidimos dar una vuelta por las calles de Sahagún y conocer su casco viejo ( todo es viejo, jajaja, es broma ), pues mira por donde, cuando buscábamos un lugar donde picar algo de comer, nos encontramos con la Taberna de Miguel ( si alguna vez pasáis por Sahagún , parar a comer y decirle que os lo recomendó uno de los chicos que hacían el camino de Santiago en bici y que eran de Mallorca y Pamplona ) seguro que os atenderán de vicio. Pues una vez entrados en la taberna y tras solicitar la bebida oficial de la ruta, el Kalimotxo, procedimos a degustar una serie de tapas (Callos, Morcilla de León, Croquetas, Tabla de Quesos con membrillo y Tabla de ibéricos), chicos no os podéis imaginar cómo se queda uno después de semejante degustación, bueno si lo sabéis, yo me quedé con mi habitual cara de borrachuzo colorado.
La despedida de la Taberna de Miguel se hizo de una forma muy común en este viaje, cuando nos encontramos con alguien que nos trata bien, es decir con una foto de familia. En este caso con Don Miguel y señora, la cual además de dedicar parte de su tiempo al negocio familiar, disfruta de su tiempo libre pintando piedras, si amigos así como escucháis, de hecho nos regalo unas piedras preciosas con unas imágenes fuera de serie, en mi caso un Cristo crucificado. Solo me queda agradecerles el trato recibido, dado que gente como ellos, son los que hacen que este Camino se haga cada vez más confortable.
Una vez llegados de nuevo al albergue, cenamos y disfrutamos de una velada nocturna, junto a Tano y Domi, en la zona donde venden recuerdos del camino cerrándonos la puerta para poder disfrutar nosotros solos hasta altas horas de la madrugada se notaba en el ambiente que al día siguiente nos quedaba una etapa de transición hasta juntarnos con los fieras que vienen desde Mallorca para unirse al grupo (16 locos de Enflecha2 mas). A final disfrutamos una vez más del Camino, de su gente y de nuevas experiencias.
Gracias de nuevo a todos por hacernos esta aventura tan enriquecedora.
No quiero olvidarme esa persona que me está esperando y que tanta paciencia tiene con este loco que escribe, a ti mi Estrella, gracias por iluminarme el camino cada día, Te Quiero.

No os olvideis de visitar la pagina de Enflecha2 ( www. Enflecha2.com ) donde Teddy os cuenta otro aspecto de nuestra aventura.