Biografia

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pensamientos en voz alta

Aun recuerdo como si fuese ayer cuando comenzábamos este Camino y ya estamos prácticamente terminando, solo nos quedan tres jornadas contando con el día de llegada a Santiago. Ya empiezo a echar de menos los primeros pasos cuando solo éramos cinco locos realizando un camino que cada día nos regalaba una nueva sensación y una nueva aventura.
No es que la compañía de estos nuevos amigos sea incomoda para mí, pero el problema radica en cómo controlar a 21 locos de la bici. Ya sé lo que estáis pensando, porque tienes que controlar a 21 tíos, ni que ellos no pudiesen controlarse solitos. Pero tengo que decir que alguno me ha sorprendido, algunos piensan que en vez de venir a realizar el Camino, vienen más bien de vacaciones. El primer día ya detecte que se comenzaban a formar dos grupos uno que venía a hacer el Camino y descubrir una nueva aventura y otros que venían de paseo. No digo que se pueda denominar paseo a subir los altos de montaña que subieron, ya que la gente sufrió como nunca, debido en mayor medida al mal tiempo, pero algunos confundieron un viaje de aventura, con un paseo por Port-Aventura.
Lo que si te deja este viaje y este tipo de experiencias no es otra cosa que, la oportunidad de conocer a tus amigos en situaciones adversas. Pero eso supone conocer la parte positiva de unos y la negativa de otros, ¡pero bueno!, es lo que tiene el Camino, que se transforma en un camino de conocimiento, no meramente espiritual sino personal y humano. Estos días, me han permitido comprobar hasta dónde puede llegar un ser humano, con tal de superar algunas vicisitudes de este Camino. Desde sacar una ración extra de esfuerzo, para poder seguir pedaleando hasta una loma que después daba paso a otra, o reacciones tan absurdas en las que una persona es capaz de levantarse antes que nadie para ser el primero en llegar a la furgoneta y así poder coger en vez de dos barras energéticas (lo estipulado en un principio), cuatro con el único fin de engullir, sin pensar quizás que algunos de los que hacen el camino contigo pueden estar mejor o peor.
Pero bueno amigos son cosas de la vida, acciones sin importancia para algunos y con una gran trascendencia para otros. Quizás el problema está en que este Camino, me ha permitido disfrutar del tiempo, lo cual me ha permitido pararme un momento, a disfrutar de mil sensaciones e imágenes; del discurrir de un riachuelo llegando a Palas de Rey, o del vuelo de un ave de rapiña por la meseta Castellana, sentir el frescor del viento en el Pirineo o cómo no, el más esperado, el fantástico sonido de una gaita, por las callejuelas de Santiago.
Bueno amigos, lo que en principio seria una descripción del día de ruta, se ha transformado sin quererlo en un pensamiento en voz alta, espero que podáis perdonarme, pero es que en estos momentos es cuando uno necesita contar y describir lo que siente.
Acabo de recibir una llamada de mi niña y los ojos se me han vuelto a iluminar, gracias por permitirme escuchar el sonido de tu voz. Pronto estaré a tu lado.
A los demás os prometo que ahora mismo me pongo con el siguiente día de ruta.

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