Biografia

lunes, 25 de octubre de 2010

3 Día - Estella - Navarrete

El tercer día amanecía de forma peligrosa, je je je! Cielo nuboso, pero esta vez solo era un aviso (ya veremos mañana que pasa), las nubes precedieron a un día despejado y caluroso.
La salida desde Estella fue agridulce, la parte dulce, nuestras queridas hospitaleras Ana (argentina, Ana (Catalana), grandes personas y desde hoy parte de nuestra familia; la parte amarga, tener que dejarlas atrás y seguir nuestro camino, gracias de nuevo por todo chicas.

Por otro lado dejamos atrás las tierras de Estella-Lizarra, para encaminar nuestras pedaladas hacia la tierra con nombre de vino. El día fue de transición disfrutando de paisajes memorables, entre ellos el Monasterio de Irache. Campos de cereales y viñedos de tan afamados caldos, nos acompañan a lo largo del camino, encontrando a nuestro paso a caminantes que a igual que nosotros disfrutan del Camino. Nuestra primera parada es el pueblo de Los Arcos, donde adquirimos productos de la tierra, con las que pudimos reponer fuerzas para afrontar la jornada. Más adelante nos encontramos, con el pueblo de Viana último bastión de Navarra, tierra que nos despide, dejando atrás las primeras vivencias de nuestro camino.
Nuestra llegada a Logroño se hace antes de lo pensado con lo cual decidimos continuar camino hasta la población de Navarrete a unos 12 km de Logroño.
Es curioso comprobar cómo a cada paso descubres nuevas historias, ayi nos encontramos con hostelero nacido en Galicia, que había vivido en Canarias y que se dedicaba a cuidar a la gente del camino un hombre carismático que nos trato como a sus hijos intentando solucionar los problemas a la hora de guardar nuestras bicis.
Una vez encontrado nuestro lugar de descanso nos regalamos una ducha, para relajar nuestros cuerpos cansados. Después de ponernos lo más guapos posibles, jejejeje, nos dirigimos a Logroño, donde íbamos a disfrutar de una visita a las instalaciones de nuestros amigos de las Bodegas Ontañon.







Lo que en principio iba a ser una visita a sus instalaciones, se convirtió en una noche de sorpresas, no solo por poder disfrutar de la visita, sino porque esta se amplió con una ruta por su museo mitológico, para más tarde disfrutar de un concierto de Jazz a cargo de los que desde ese día se convirtieron en nuevos y grandes amigos, el cuarteto Ostardust; terminamos la velada con una degustación de sus caldos y una cena con la que las bodegas nos quisieron deleitar. Desde aquí enviamos un caluroso abrazo con nuestro agradecimiento recibido a Elisa una de las componentes del Dpto. de R.R.P.P de la bodega.
Vuelta a Navarrete siendo guiados por mi amigo Edu, el cual sin probar una sola copa de vino, supo disfrutar como todos los demás, de esta velada inolvidable.
Ahora a dormir que mañana nos espera una dura etapa con unas subiditas que ya os contaré.
Gracias por seguir la aventura a través de estas líneas.

No hay comentarios: