Una vez descrito lo vivido en mi primer Camino, seguiré mostrando y dando a conocer mis vivencias en las siguientes aventuras y Caminos.
martes, 9 de noviembre de 2010
El Espiritu del Camino.: The Way, La pelicula del Camino.
El Espiritu del Camino.: The Way, La pelicula del Camino.: "Hago un inciso en mi blog para recomendaros esta magnifica película, todo aquel que quiera, respete o disfrute con el Camino de Santiago, d..."
The Way, La pelicula del Camino.

Hago un inciso en mi blog para recomendaros esta magnifica película, todo aquel que quiera, respete o disfrute con el Camino de Santiago, disfrutara con esta película. Lo mejor de todo es Emilio Estevez y sus hijos son descendientes de Gallegos, para ser mas exacto, de pontevedra, si es que los gallegos somos tremendos, je je.
Tom es un médico estadounidense que va a Francia tras la muerte de su hijo adulto, murieron en los Pirineos durante una tormenta mientras caminaba El Camino de Santiago, también conocido como El Camino de Santiago. El objetivo de Tom en un principio es recuperar el cuerpo de su hijo, sin embargo, en una combinación de dolor y homenaje a su hijo, Tom decide viajar por este camino de peregrinos. Al realizar el Camino, Tom conoce a otros peregrinos de todo el mundo (tres en particular), todos a la búsqueda de un mayor significado en sus vidas.
En el camino, Tom descubre el significado de una de las últimas cosas que su hijo le dijo (en un flashback) a su padre. Hay una diferencia entre "la vida que vivimos y la vida que elegimos."
Tom is an American doctor who goes to France following the death of his adult son, killed in the Pyrenees during a storm while walking The Camino de Santiago, also known as The Way of St. James. Tom's purpose is initially to retrieve his son's body. However, in a combination of grief and homage to his son, Tom decides to journey on this path of pilgrims. While walking The Camino, Tom meets others from around the world (three in particular), all broken and looking for greater meaning in their lives.
Along The Way, Tom discovers the meaning of one of the last things his son said (in a flashback) to his father. There is a difference between "the life we live and the life we choose."
En el camino, Tom descubre el significado de una de las últimas cosas que su hijo le dijo (en un flashback) a su padre. Hay una diferencia entre "la vida que vivimos y la vida que elegimos."
Tom is an American doctor who goes to France following the death of his adult son, killed in the Pyrenees during a storm while walking The Camino de Santiago, also known as The Way of St. James. Tom's purpose is initially to retrieve his son's body. However, in a combination of grief and homage to his son, Tom decides to journey on this path of pilgrims. While walking The Camino, Tom meets others from around the world (three in particular), all broken and looking for greater meaning in their lives.
Along The Way, Tom discovers the meaning of one of the last things his son said (in a flashback) to his father. There is a difference between "the life we live and the life we choose."
lunes, 8 de noviembre de 2010
10 Dia - Foncebadón - O Cebreiro
Después de una noche musical, la mañana nos recibía con lluvia, niebla y frío. Tras degustar nuestra dosis diaria de Cola cao, tostadas y demás alimentos, reunimos todas las maletas en la furgoneta para poder comenzar la marcha.
Los problemas comenzaban a surgir, dado que algunas bicis necesitaban el cariño de un buen mecánico, no es que sucediese nada grave pero lo bueno estaba por llegar. Tras comenzar la marcha y apenas discurridos unos tres o cuatro kilómetros, llegamos al alto de la Cruz de Ferro, donde el día anterior había podido comprobar cómo soplaba el viento y donde el frio unido a la lluvia, habían puesto en entredicho mi capacidad de resistencia a los resfriados. Llegados a la Cruz, realizamos una foto de grupo, con bandera de Mallorca incluida (por qué no habría pensado en traerme una gallega y una de Navarra), realizadas las fotos, les mostré a mis amigos como se pliega una bandera en condiciones, je je je.
Continuamos la marcha y esta vez si llegaba lo bueno, una bajada de unos 20 km hasta Ponferrada, donde comenzaron los problemas, alguno de nuestros compañeros se había quedado sin pastillas de freno en la bajada, así que tuvimos que hacer para obligada a solucionar el problema, momento en el que todos aprovecharon para pedir una paradita en algún bar y así tomar un nuevo Cola cao o café y un buen bocadillo ( como se nota que algunos no han tenido que pasar hambre, no entiendo como después de un desayuno en condiciones, se puede ser capaz de comer lo que algunos comieron en esa parada y eso que era una bajada, además del bocadillo, algunos se metieron en la furgoneta a coger barritas y comer plátanos y manzanas sin pararse a pensar que eran para la parada obligatoria). Después de esquilmar los bienes comunitarios del grupo, je je, nos pusimos en marcha, esta vez si, para entrar en Ponferrada y de ahí encaminarnos a Columbrianos, Cacabelos, Pieros, Villafranca del Bierzo donde tuvimos que buscar una tienda de bicis ya que habíamos roto un cambio de una de las bicilcletas , Ambasmestas y por fin la subida al Cebreiro.
En esta etapa el bierzo y Galicia se dan la mano en esta etapa que culmina en O Cebreiro, quizás el núcleo del Camino con más connotaciones mitico-simbolicas. Antes en Villafranca del Bierzo, pudimos disfrutar de su conjunto histórico y monumental, además claro está, de intentar arreglar el tema del cambio, ja, ja, ja!.
Tras pasar Villafranca nos dirigimos a través del angosto valle del río Valcarce, entre laderas de robles y castaños. Los últimos ocho kilómetros son espectaculares por paisaje y por ese pequeño desnivel de 690 metros que tuvimos que salvar, sin embargo el esfuerzo bien merece la pena, dado que sus paisajes y la sensación de que Santiago está cerca, compensan cualquier mal.
La noche se nos echaba encima al igual que la tormenta la cual, en vez de regalarnos una tregua, prefería dejarnos cantidades ingentes de agua sobre nuestras cabezas. La llegada fue un poco caótica, saliendo a relucir los buenos modales de algunos, consiguiendo que lo que tendría que ser una entrada tranquila y en orden en el albergue de O Cebreiro, se convirtiese en lo que más que una llegada de peregrinos, podría confundirse con la entrada en un estadio de un grupo de hooligans exaltados y es que como comente en el anterior artículo, en estos momentos es donde se ve quien es persona y quién no. Entiendo que la gente llega mojada, cansada y con frio, pero eso no te da derecho a tratar a tus iguales como si animales se tratase, sé que es duro decir esto pero mientras la gran mayoría se portaron como caballeros, algún otro, mancho la buena imagen del grupo.
Esta es otra de las cosas que te muestra el Camino, no sé si definirla como buena o mala, yo diría que es enriquecedora.
Después de esos pequeños incidentes, y tras regalarle a los cuerpos una ducha caliente, todo volvió a la calma y algunos dispusieron que era hora de ir a cenar, yo por mi parte, decidí retirarme para disfrutar en soledad de un buen rato de cama. Tras intercambiar unas palabras telefónicas con mi niña a la cual cada día echo más de menos, decidí desconectar del mundanal ruido y dormir. Mi contacto con Morfeo, duro lo que dura un suspiro, dado que al término de la cena la llegada de mis compañeros me despertó. Gracias a Dios, compartía habitación con Eduardo, mi sensei, jeje; Fernando, al que denominaría, el hombre tranquilo; Alejandro, una de las personas más educadas que he conocido en este viaje y el Gran Tolo, los cuales tras preguntarme mi motivo por el cual no les había acompañado en la cena, se metieron en sus sacos y me acompañaron en mi viaje nocturno.
Mañana cuando despierte hablare con Teddy y Richard pro creo que dormiremos en Palas de Rei y de ahí el último asalto a Santiago.
Los problemas comenzaban a surgir, dado que algunas bicis necesitaban el cariño de un buen mecánico, no es que sucediese nada grave pero lo bueno estaba por llegar. Tras comenzar la marcha y apenas discurridos unos tres o cuatro kilómetros, llegamos al alto de la Cruz de Ferro, donde el día anterior había podido comprobar cómo soplaba el viento y donde el frio unido a la lluvia, habían puesto en entredicho mi capacidad de resistencia a los resfriados. Llegados a la Cruz, realizamos una foto de grupo, con bandera de Mallorca incluida (por qué no habría pensado en traerme una gallega y una de Navarra), realizadas las fotos, les mostré a mis amigos como se pliega una bandera en condiciones, je je je.

Continuamos la marcha y esta vez si llegaba lo bueno, una bajada de unos 20 km hasta Ponferrada, donde comenzaron los problemas, alguno de nuestros compañeros se había quedado sin pastillas de freno en la bajada, así que tuvimos que hacer para obligada a solucionar el problema, momento en el que todos aprovecharon para pedir una paradita en algún bar y así tomar un nuevo Cola cao o café y un buen bocadillo ( como se nota que algunos no han tenido que pasar hambre, no entiendo como después de un desayuno en condiciones, se puede ser capaz de comer lo que algunos comieron en esa parada y eso que era una bajada, además del bocadillo, algunos se metieron en la furgoneta a coger barritas y comer plátanos y manzanas sin pararse a pensar que eran para la parada obligatoria). Después de esquilmar los bienes comunitarios del grupo, je je, nos pusimos en marcha, esta vez si, para entrar en Ponferrada y de ahí encaminarnos a Columbrianos, Cacabelos, Pieros, Villafranca del Bierzo donde tuvimos que buscar una tienda de bicis ya que habíamos roto un cambio de una de las bicilcletas , Ambasmestas y por fin la subida al Cebreiro.

En esta etapa el bierzo y Galicia se dan la mano en esta etapa que culmina en O Cebreiro, quizás el núcleo del Camino con más connotaciones mitico-simbolicas. Antes en Villafranca del Bierzo, pudimos disfrutar de su conjunto histórico y monumental, además claro está, de intentar arreglar el tema del cambio, ja, ja, ja!.
Tras pasar Villafranca nos dirigimos a través del angosto valle del río Valcarce, entre laderas de robles y castaños. Los últimos ocho kilómetros son espectaculares por paisaje y por ese pequeño desnivel de 690 metros que tuvimos que salvar, sin embargo el esfuerzo bien merece la pena, dado que sus paisajes y la sensación de que Santiago está cerca, compensan cualquier mal.
La noche se nos echaba encima al igual que la tormenta la cual, en vez de regalarnos una tregua, prefería dejarnos cantidades ingentes de agua sobre nuestras cabezas. La llegada fue un poco caótica, saliendo a relucir los buenos modales de algunos, consiguiendo que lo que tendría que ser una entrada tranquila y en orden en el albergue de O Cebreiro, se convirtiese en lo que más que una llegada de peregrinos, podría confundirse con la entrada en un estadio de un grupo de hooligans exaltados y es que como comente en el anterior artículo, en estos momentos es donde se ve quien es persona y quién no. Entiendo que la gente llega mojada, cansada y con frio, pero eso no te da derecho a tratar a tus iguales como si animales se tratase, sé que es duro decir esto pero mientras la gran mayoría se portaron como caballeros, algún otro, mancho la buena imagen del grupo.
Esta es otra de las cosas que te muestra el Camino, no sé si definirla como buena o mala, yo diría que es enriquecedora.

Después de esos pequeños incidentes, y tras regalarle a los cuerpos una ducha caliente, todo volvió a la calma y algunos dispusieron que era hora de ir a cenar, yo por mi parte, decidí retirarme para disfrutar en soledad de un buen rato de cama. Tras intercambiar unas palabras telefónicas con mi niña a la cual cada día echo más de menos, decidí desconectar del mundanal ruido y dormir. Mi contacto con Morfeo, duro lo que dura un suspiro, dado que al término de la cena la llegada de mis compañeros me despertó. Gracias a Dios, compartía habitación con Eduardo, mi sensei, jeje; Fernando, al que denominaría, el hombre tranquilo; Alejandro, una de las personas más educadas que he conocido en este viaje y el Gran Tolo, los cuales tras preguntarme mi motivo por el cual no les había acompañado en la cena, se metieron en sus sacos y me acompañaron en mi viaje nocturno.
Mañana cuando despierte hablare con Teddy y Richard pro creo que dormiremos en Palas de Rei y de ahí el último asalto a Santiago.
Pensamientos en voz alta
Aun recuerdo como si fuese ayer cuando comenzábamos este Camino y ya estamos prácticamente terminando, solo nos quedan tres jornadas contando con el día de llegada a Santiago. Ya empiezo a echar de menos los primeros pasos cuando solo éramos cinco locos realizando un camino que cada día nos regalaba una nueva sensación y una nueva aventura.
No es que la compañía de estos nuevos amigos sea incomoda para mí, pero el problema radica en cómo controlar a 21 locos de la bici. Ya sé lo que estáis pensando, porque tienes que controlar a 21 tíos, ni que ellos no pudiesen controlarse solitos. Pero tengo que decir que alguno me ha sorprendido, algunos piensan que en vez de venir a realizar el Camino, vienen más bien de vacaciones. El primer día ya detecte que se comenzaban a formar dos grupos uno que venía a hacer el Camino y descubrir una nueva aventura y otros que venían de paseo. No digo que se pueda denominar paseo a subir los altos de montaña que subieron, ya que la gente sufrió como nunca, debido en mayor medida al mal tiempo, pero algunos confundieron un viaje de aventura, con un paseo por Port-Aventura. 
Lo que si te deja este viaje y este tipo de experiencias no es otra cosa que, la oportunidad de conocer a tus amigos en situaciones adversas. Pero eso supone conocer la parte positiva de unos y la negativa de otros, ¡pero bueno!, es lo que tiene el Camino, que se transforma en un camino de conocimiento, no meramente espiritual sino personal y humano. Estos días, me han permitido comprobar hasta dónde puede llegar un ser humano, con tal de superar algunas vicisitudes de este Camino. Desde sacar una ración extra de esfuerzo, para poder seguir pedaleando hasta una loma que después daba paso a otra, o reacciones tan absurdas en las que una persona es capaz de levantarse antes que nadie para ser el primero en llegar a la furgoneta y así poder coger en vez de dos barras energéticas (lo estipulado en un principio), cuatro con el único fin de engullir, sin pensar quizás que algunos de los que hacen el camino contigo pueden estar mejor o peor.
Pero bueno amigos son cosas de la vida, acciones sin importancia para algunos y con una gran trascendencia para otros. Quizás el problema está en que este Camino, me ha permitido disfrutar del tiempo, lo cual me ha permitido pararme un momento, a disfrutar de mil sensaciones e imágenes; del discurrir de un riachuelo llegando a Palas de Rey, o del vuelo de un ave de rapiña por la meseta Castellana, sentir el frescor del viento en el Pirineo o cómo no, el más esperado, el fantástico sonido de una gaita, por las callejuelas de Santiago.
Bueno amigos, lo que en principio seria una descripción del día de ruta, se ha transformado sin quererlo en un pensamiento en voz alta, espero que podáis perdonarme, pero es que en estos momentos es cuando uno necesita contar y describir lo que siente.
Acabo de recibir una llamada de mi niña y los ojos se me han vuelto a iluminar, gracias por permitirme escuchar el sonido de tu voz. Pronto estaré a tu lado.
A los demás os prometo que ahora mismo me pongo con el siguiente día de ruta.
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Lo que si te deja este viaje y este tipo de experiencias no es otra cosa que, la oportunidad de conocer a tus amigos en situaciones adversas. Pero eso supone conocer la parte positiva de unos y la negativa de otros, ¡pero bueno!, es lo que tiene el Camino, que se transforma en un camino de conocimiento, no meramente espiritual sino personal y humano. Estos días, me han permitido comprobar hasta dónde puede llegar un ser humano, con tal de superar algunas vicisitudes de este Camino. Desde sacar una ración extra de esfuerzo, para poder seguir pedaleando hasta una loma que después daba paso a otra, o reacciones tan absurdas en las que una persona es capaz de levantarse antes que nadie para ser el primero en llegar a la furgoneta y así poder coger en vez de dos barras energéticas (lo estipulado en un principio), cuatro con el único fin de engullir, sin pensar quizás que algunos de los que hacen el camino contigo pueden estar mejor o peor.
Pero bueno amigos son cosas de la vida, acciones sin importancia para algunos y con una gran trascendencia para otros. Quizás el problema está en que este Camino, me ha permitido disfrutar del tiempo, lo cual me ha permitido pararme un momento, a disfrutar de mil sensaciones e imágenes; del discurrir de un riachuelo llegando a Palas de Rey, o del vuelo de un ave de rapiña por la meseta Castellana, sentir el frescor del viento en el Pirineo o cómo no, el más esperado, el fantástico sonido de una gaita, por las callejuelas de Santiago.

Bueno amigos, lo que en principio seria una descripción del día de ruta, se ha transformado sin quererlo en un pensamiento en voz alta, espero que podáis perdonarme, pero es que en estos momentos es cuando uno necesita contar y describir lo que siente.
Acabo de recibir una llamada de mi niña y los ojos se me han vuelto a iluminar, gracias por permitirme escuchar el sonido de tu voz. Pronto estaré a tu lado.
A los demás os prometo que ahora mismo me pongo con el siguiente día de ruta.
domingo, 7 de noviembre de 2010
9 Dia - León - Foncebadón

Este primer día comenzamos desayunando en una cafetería de León, donde degustamos el ya tradicional, bocadillo de jamón serrano con tomate y aceite acompañado de un cola cao calentito y es que a esas horas apetece comenzar con algo que caliente el cuerpo.
La primera parte de la etapa se desarrolló entre León y la localidad de Astorga, pasando antes por poblaciones tales como: Trobajo del Camino, San Miguel del Camino, Villadangos del Paramo, el Hospital de Orbigo para llegar más tarde a Astorga, donde pudimos disfrutar de la visión del Palacio Episcopal.

En el kilometro 33 de la etapa nos encontramos con el Puente del Paso Honroso, sobre el río Orbigo, famoso por la hazaña del caballero Suero de Quiñones, que en el Año Santo Compostelano se 1434 llevó a cabo unas famosas justas en este enclave, obligado por su compromiso con una dama y poniendo al Apóstol Santiago como testigo.
Tras dejar atrás nuestra querida Astorga, seguimos camino para poder llegar a la hora prevista a Ponferrada. Pero como siempre, algo iba a ocurrir para que el Camino cambiase de nuevo con todo lo programado. Tras dejar Astorga el cielo comenzó a tornarse de un gris plomizo que lo único que presagiaba, no era otra cosa que tormenta. La lluvia no tardó en llegar y con ella un viento que no tardo mucho tiempo en hacer mella en nuestros nuevos compañeros de viaje. El tiempo, en vez de mejorar, empeoraba a cada kilometro que realizábamos y tras una fina lluvia (lo que en Galicia conocemos como Morriña) y un viento que conseguía que cada gota, te golpease como si fuese una tormenta de arena, se unió un mal intencionado frio. Con estos tres hándicaps y viendo las caras de algunos de nuestros compañeros, algunos comenzamos a barajar la posibilidad de acortar la etapa de hoy. Cuando tan solo nos faltaban unos kilómetros para coronar la Cruz de Ferro (1504 m de altitud), decidimos parar y buscar refugio en el pueblo de Foncebadón.

En el pueblo de Foncebadón pudimos encontrar un albergue de lo más curioso, la estampa fue de película y yo la contare así:
La gruesa puerta de madera se abrió lentamente y tras ella pudimos encontrar una estancia muy acogedora, chimenea encendida, decoración de índole budista y caras amables las cuales nos recibieron con un agradable ¡bienvenidos!, pero la verdad es que otras caras eran de asombro. La noche había caído y tras la puerta se asomo una silueta, era la de uno de los 21 ciclistas que acababa de llegar a Foncebadón, su cuerpo medio congelado y su voz rota por el cansancio solo pudo dar paso a una leve sonido el cual se pudo asociar con algo así como, “necesito algo caliente”, era un joven con sus ropas húmedas, prácticamente heladas por el frio, la lluvia y las bajas temperaturas. Tras el llegaron el resto de personajes del grupo, exceptuando a un gallego que aguardaba en lo alto de la Cruz de Ferro a que sus compañeros llegasen. Tras un largo tiempo de espera, una llamada telefónica le hizo recorrer los kilómetros justos para llegar al pueblo, donde le esperaba el grueso de la tropa, al calor eso si, de una chimenea y tras una taza de Cola Cao.
La noche se nos echo encima, así que tras una ducha caliente decidimos irnos a cenar y es ahí donde comenzó una noche fantástica, primero cenando en la Taberna de Gaia, un local medieval, donde pudimos degustar entre otras cosas, un magnifico revuelto de hortalizas, venado y costilla de cerdo sobre cama de pan rustico, para después disfrutar de la más maravillosa trata de queso que se pueda probar hoy en día. Claro está todo ello regado con un magnifico vino tinto servido en cuencos de barro. 
Después de la cena volvimos a nuestro albergue, donde tras encontrar un par de guitarras y unos timbales, disfrutamos de una noche de música, a cargo de Teddy, Richard, Julián y un servidor. Tras unas cervezas y unas canciones en el recuerdo, decidimos retirarnos a nuestros aposentos, donde darle descanso a nuestros maltrechos cuerpos.
Mañana nos esperaba un largo Camino Foncebadón - Triacastela.

Después de la cena volvimos a nuestro albergue, donde tras encontrar un par de guitarras y unos timbales, disfrutamos de una noche de música, a cargo de Teddy, Richard, Julián y un servidor. Tras unas cervezas y unas canciones en el recuerdo, decidimos retirarnos a nuestros aposentos, donde darle descanso a nuestros maltrechos cuerpos.
Mañana nos esperaba un largo Camino Foncebadón - Triacastela.
sábado, 6 de noviembre de 2010
8 Dia - Paseo por León
Y es que en todo viaje, siempre existe un momento para el descanso, nuestro momento llegó en León. Teníamos que esperar por el resto de locos que venían a hacer el Camino y la mejor forma de esperar no fue otra que disfrutando de León, una ciudad completamente desconocida para mi hasta ese mismo instante, una ciudad con un encanto que descubrimos a cada paso que dábamos por las calles de su parte noble.

El día transcurrió de forma muy amena, pero igual que el tiempo fue perfecto, también tendremos que decir que así como llegó, se fue volando. Ahora entiendo esa expresión de lo bueno si es breve, dos veces bueno, jejeje. Después de visitar León, nos dispusimos a montar las bicis de los que aún no habían llegado, el montaje como es habitual , tubo su dosis de Ley de Murphy, es decir, como siempre hubo un problema, los pedales de una de las bicicletas no aparecían por ningún lado.
Una vez llegaron nuestros compañeros de viaje, conseguimos localizar los dichosos pedales. Así como la gente fue llegando al albergue de León , me fui dando cuenta de todo lo que se nos venia encima, 5 personas de viaje se llevan bien, pero 21, me daba la sensación de que seria bastante más complicado, al final como siempre, el tiempo me daría la razón.

Tras una cena con todo el grupo, a la que yo no pude asistir por culpa de esa dichosa muela que tanta guerra me está dando, todo el mundo se dispuso a dormir, para así comenzar el viaje al día siguiente. La verdadera aventura estaba por venir.

A titulo personal y después de haber disfrutado del viaje diré que los días que transcurrieron hasta León , han sido los mejores de todo el viaje, no obstante los siguientes días, con sus momentos buenos y no tan buenos, formas parte de mis vivencias las cuales siempre te enseñan algo positivo.
Ahora solo me queda seguir contando mi paso por el Camino.
Ellos

Decir hoy buen día o buen Camino, parece una broma de mal gusto. Estoy a los pies de la Cruz de Hierro, donde los peregrinos han ido dejando con el paso del tiempo piedras en las que registran su nombre o en las que simplemente depositan su pensamiento de una forma simbólica. Llevo unas cuantas horas esperando por los chicos, aunque tal y como está lloviendo y tal y como tira el viento, no sé yo si llegarán a donde teníamos previsto llegar, Ponferrada.
Mientras y para no aburrirme, he decidido escribir unas líneas, para así aprovechar este momento de tranquilidad y hablaros de mis nuevos amigos..jpg)
Hablar de Teddy es hablar, prácticamente de un hermano, al que quieres, respetas y adoras, pero con el que algunas veces terminas discutiendo (yo creo que por el cariño que nos tenemos), ya se sabe ese dicho de, donde hay confianza, da asco, jejejeje. Teddy, a su manera me ha demostrado y enseñado, que la vida no es exclusivamente, algo material, sino que existen otras metas, otros objetivos y otras prioridades. En su caso sus tres prioridades se llaman, Mel, Julen y como dice el……. (Su próximo peque que aun no sabemos cómo le llamará). Esas son las metas de mi entrañable amigo, la felicidad de los suyos. Con el tiempo restante que le queda a lo largo del día, lo aprovecha de una forma sin igual, dedicándole tiempo a su pasión, el deporte, su otra pasión la música y sobre todo a sus amigos.
De todas formas, este viaje que estoy realizando a su lado, me ha mostrado a otro Teddy, desconocido para mí una persona diferente, más tranquila, más sosegada, ¡no se!, algo en él ha cambiado, algo que lo a echo mejor persona de lo que ya era.
Gracias Neno!, por permitirme conocerte cada día más, por poder formar parte de tu pequeño y reservado mundo, por hacerme ver, que a veces no le damos la importancia que se merece a algunas cosas y en cambio a otras que no se merecen ni un segundo de nuestro pensamiento si se las damos. Gracias por contar conmigo y por mostrarme el verdadero significado de la palabra amistad...
Otro de los locos de esta aventura es Richard. El Presi, aunque yo le llamaría el Gran Capitán, como en los Tercios de Flandes. Richard es el tesón, las ganas, esa persona que consigue de ti lo que tú no creías tener (una dosis extra de energía).
Cuando ya no queda ni un aliento más, aparece el y te renueva el alma, consigue exprimir el último cartucho como nunca nadie podía imaginar que teníamos guardo. La verdad es que compartir viaje con Richard es un autentico placer, siempre con una palabra de ánimo, siempre ofreciendo sus sabios consejos, siempre preocupándose de que todos estemos a gusto, que no nos falte nada, el Gran Capitán que no permite que su tropa entre en combate sin antes mancharse el de sangre. Gracias a ti Richard por permitirme conocerte y por regalarme conversaciones tan amenas y enseñanzas tan enriquecedoras.
Mientras y para no aburrirme, he decidido escribir unas líneas, para así aprovechar este momento de tranquilidad y hablaros de mis nuevos amigos.
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Hablar de Teddy es hablar, prácticamente de un hermano, al que quieres, respetas y adoras, pero con el que algunas veces terminas discutiendo (yo creo que por el cariño que nos tenemos), ya se sabe ese dicho de, donde hay confianza, da asco, jejejeje. Teddy, a su manera me ha demostrado y enseñado, que la vida no es exclusivamente, algo material, sino que existen otras metas, otros objetivos y otras prioridades. En su caso sus tres prioridades se llaman, Mel, Julen y como dice el……. (Su próximo peque que aun no sabemos cómo le llamará). Esas son las metas de mi entrañable amigo, la felicidad de los suyos. Con el tiempo restante que le queda a lo largo del día, lo aprovecha de una forma sin igual, dedicándole tiempo a su pasión, el deporte, su otra pasión la música y sobre todo a sus amigos.
De todas formas, este viaje que estoy realizando a su lado, me ha mostrado a otro Teddy, desconocido para mí una persona diferente, más tranquila, más sosegada, ¡no se!, algo en él ha cambiado, algo que lo a echo mejor persona de lo que ya era.
Gracias Neno!, por permitirme conocerte cada día más, por poder formar parte de tu pequeño y reservado mundo, por hacerme ver, que a veces no le damos la importancia que se merece a algunas cosas y en cambio a otras que no se merecen ni un segundo de nuestro pensamiento si se las damos. Gracias por contar conmigo y por mostrarme el verdadero significado de la palabra amistad...
Otro de los locos de esta aventura es Richard. El Presi, aunque yo le llamaría el Gran Capitán, como en los Tercios de Flandes. Richard es el tesón, las ganas, esa persona que consigue de ti lo que tú no creías tener (una dosis extra de energía).

Jose, ese loco se ha ganado todo mi respeto, tesón puro y duro, es como el acero que forja la espada del Gran Capitán, fiel escudero, siempre ahí al pie del cañón, dispuesto a sacrificarse por los demás. Te engaña de una forma peculiar, porque parece que no se fija en los detalles, pero justo en el momento en que uno desfallece, ahí aparece para preocuparse por ti. Es de estos tíos que parece que tienen un sexto sentido y descubren antes que nadie, cuando tienes un bajón y venga, en dos segundos te está levantando el ánimo. Disfruto viendo como llama a sus peques y como se le ilumina la mirada cuando les cuenta las aventuras que nos van sucediendo.
En el poco tiempo que lo conozco me he dado cuenta de que es un gran amigo y un mejor padre, es de esas personas que son capaces de crear un mundo de fantasía, solo por ver una sonrisa de sus peques, o en nuestro caso es capaz de subir un puerto de montaña contigo a hombros con tal de no verte sufrir. Gracias por ser así, fiel escudero y ya sabes, pídeme las llaves del furgón las veces que quieras, siempre podrás contar conmigo. Por cierto, este tío tenía que ser director de banco, joer como controla el tema del dinero para qué no se nos escape una, jejejejejejeje.
El hecho de que deje a Edu para el último lugar, no es por desmerecer, al contrario, es porque este tío solo tiene una definición, es Grande!. Es vasco y como todos los vascos, es un tío con un par, eso podría ser una definición de alguien al que acabas de conocer, pero ahí está el problema, no solo es grande, cada día que pasa descubro a un nuevo Edu.
Los primeros días lo definía como el simpático, el gracioso, la persona que conseguía una sonrisa del grupo en los momentos de mayor tensión, no se puede subir una montaña sin un chiste de Edu. El caso es que pasados unos días, te das cuenta de que detrás de una persona simpática, también se encuentra un sabio, una persona a la que me gusta escuchar, una persona de esas a la que estarías horas y horas escuchando y con cada palabra descubrirías algo nuevo.
En definitiva un sabio en estado puro, si está lleno de energía es un hacha, te rompe el diafragma con sus chistes, pero que si llega un momento de tranquilidad o una de esas conversaciones trascendentales, te sorprende con pensamientos muy directos y muy precisos. Gracias en definitiva a los cuatro por permitirme esta a vuestro lado en este viaje, por permitirme conoceros y por que desde este momento formais parte de mi vida.

El hecho de que deje a Edu para el último lugar, no es por desmerecer, al contrario, es porque este tío solo tiene una definición, es Grande!. Es vasco y como todos los vascos, es un tío con un par, eso podría ser una definición de alguien al que acabas de conocer, pero ahí está el problema, no solo es grande, cada día que pasa descubro a un nuevo Edu.

En definitiva un sabio en estado puro, si está lleno de energía es un hacha, te rompe el diafragma con sus chistes, pero que si llega un momento de tranquilidad o una de esas conversaciones trascendentales, te sorprende con pensamientos muy directos y muy precisos. Gracias en definitiva a los cuatro por permitirme esta a vuestro lado en este viaje, por permitirme conoceros y por que desde este momento formais parte de mi vida.
Sobra decir que siempre estaré ahi cuando me necesiteis. Nos vemos en el Camino.
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